La lucha contra la corrupción y el mal manejo de los recursos públicos en Colombia está dando frutos gracias al trabajo de más de 26.700 veedores ciudadanos que, entre 2023 y 2024, han presentado más de 2.257 denuncias fiscales ante la Contraloría General de la República. Esta colaboración entre la ciudadanía y el órgano de control ha permitido identificar 1.468 elefantes blancos (proyectos paralizados o mal ejecutados) y otros proyectos críticos en todo el país, resultando en la puesta en marcha de 141 obras que representan un valor cercano a los $1.9 billones.
El Contralor General de la República, Carlos Hernán Rodríguez Becerra, destacó el impacto positivo que ha tenido la participación activa de los veedores en la supervisión y el seguimiento de los recursos públicos. “Gracias a estas denuncias y al trabajo conjunto con nuestras gerencias colegiadas, hemos podido no solo detectar obras abandonadas, sino también desbloquear proyectos vitales para el desarrollo del país”, afirmó Rodríguez Becerra.
Una alianza exitosa: Veedurías y Contraloría
El trabajo articulado entre la Contraloría y las veedurías ciudadanas ha sido fundamental para destrabar proyectos que presentaban dificultades, como parte de la estrategia Compromiso Colombia. A través de este programa de Control Fiscal Participativo, se han generado mesas de trabajo entre las autoridades y los actores involucrados en proyectos públicos para garantizar su ejecución efectiva.
Actualmente, la Contraloría realiza seguimiento a 346 obras por un total de $16.4 billones, de las cuales se espera que 49 obras, con un valor de $1.198 billones, estén operativas este año. Estas iniciativas son clave para mejorar la infraestructura y los servicios en diversas regiones del país, impactando positivamente a miles de colombianos.
Línea 199: Canal directo de denuncias
Una herramienta crucial en este proceso ha sido la Línea 199, que ofrece un canal directo y accesible para que cualquier ciudadano pueda reportar irregularidades en el manejo de los recursos públicos. En el último año, esta línea ha recibido más de 36.413 llamadas, de las cuales 18.799 fueron relacionadas con temas de competencia de la Contraloría. Muchas de estas denuncias han sido la chispa que ha iniciado investigaciones y acciones preventivas para proteger el patrimonio público.
“Esta línea se ha convertido en un mecanismo esencial para reforzar el control fiscal participativo. Nos permite que la ciudadanía sea una aliada clave en la lucha contra la corrupción, ayudando a proteger los recursos y asegurando que los proyectos lleguen a buen término”, explicó el Contralor General.
Fortalecimiento de las veedurías ciudadanas
Rodríguez Becerra también se comprometió a fortalecer las veedurías ciudadanas, anunciando su intención de impulsar una reforma a la Ley 850 de 2003, que regula las veedurías en Colombia. Esta reforma tiene como objetivo mejorar las condiciones y capacidades de las veedurías, garantizando que su trabajo sea aún más efectivo y beneficioso para las comunidades.
“Los invito a que me acompañen en la construcción de esta reforma para que las veedurías tengan las garantías necesarias, se ajusten a las necesidades de las comunidades y fortalezcan su capacidad de vigilancia y control”, expresó el Contralor durante un reciente encuentro con los veedores.
El impacto de la participación ciudadana
La colaboración entre los veedores ciudadanos y la Contraloría es esencial para la construcción de un sistema de control fiscal más robusto y cercano a la gente. Las denuncias recibidas no solo contribuyen a evitar pérdidas económicas, sino que también ayudan a transformar la realidad de las comunidades al garantizar que los proyectos de infraestructura, salud, educación y demás servicios públicos lleguen a su culminación de manera eficiente y transparente.
“Los veedores son la fuente y el sustento del control fiscal”, destacó Rodríguez Becerra, quien subrayó que las denuncias y el seguimiento realizado por la ciudadanía tienen el potencial de transformar las realidades locales y garantizar que los recursos se utilicen para mejorar la vida de los colombianos.
Con estos esfuerzos, la Contraloría continúa jugando un papel clave en la vigilancia de la correcta utilización de los recursos públicos y en la promoción de una cultura de transparencia y responsabilidad en el manejo de los fondos del Estado.